lunes, 1 de abril de 2019

EL CAMINO INTERIOR


Cada dia me acerca más a la noción clara de que el trabajo interior que realizo tiene como fin mi misma y que nadie puede vivenciarlo en mi manera de hacerlo, de sentirlo, de entenderlo. Cada dia me doy cuenta que cada uno tiene su sentido y razón  para vivir y dejarse vivir.

Sentir es tan particular a cada cual! Sentir es percibirse ser, percibirse estar…Dos niveles de conciencia, el segundo le enseña al primero y viceversa…Cómo soy? Cómo estoy? Son dos niveles de mirarse y en el segundo te reflejas de manera que te mires y te conectes a tu esencia, con tu ser.

Como ser en este mundo somos resultado del karma pero en esencia, como ser de otro mundo, no somos eso.

Tal vez la reencarnación sea un invento humano y no divino, tal vez sirva para entender que tenemos una historia en esta tercera dimensión pero este no es nuestro origen: es nuestra escuela.
Si reencarnar es el orden de lo divino en este plano de conciencia, sirve para darnos cuenta: quiénes hemos sido y porqué. “Hemos Sido” en el sentido de estar, de pasar de un estado a otro, físico y anímico. como cuando nos entristecemos o nos reímos. Conocernos en esos estados para diferenciar lo irreal de lo real. La apariencia versus la esencia. Eso significa des-identificarnos.

En el camino interior vamos quitando capas que nos esconden de la verdadera naturaleza de quienes somos.
La primera, ana maya kosha es el vehículo físico a través del cual se manifiestan todos los demás.
La más dificil y en la que podemos centrar nuestra experiencia de estar en este mundo bajo las coordenadas de espacio tiempo en que nos movemos, es mana maya kosha, la capa de la mente egoica, la que está determinada por esas coordenadas espacio temporales y donde se cultiva la auto imagen, el ego que para reafirmarse niega la diferencia. La imagen que tenemos de nosotros mismos está basada en nuestras creencias y experiencias y proyectamos esa imagen a los otros de tal forma que nos comprometemos con ella hasta el punto de defender ideas y justificar nuestras acciones negándonos a otras opciones o puntos de vista.
Una capa más, vijnana maya kosha o cuerpo búdico en otros vocabularios metafísicos es la que nos permite darnos cuenta y discernir la realidad que vivimos, es la que se pregunta y se refleja alcanzando asi un poco más de noción de que somos algo más que esa realidad externa que nos determina con nombre y apellido, con nacionalidad, raza y religión.
Ananda maya kosha o cuerpo causal es la primera manifestación de nuestra individualidad donde el ego está ensimismado, latente, allí se experimenta la conexión a nuestra esencia, el primer estado manifestado de nuestro origen como espiritu, el atman, una envoltura luminosa donde se disfruta verdadera paz y armonía. Se llama cuerpo causal debido a que allí está la esencia de lo que somos en espíritu y en las huellas que traemos de vidas pasadas grabadas en el inconsciente. En la relajación, en el estado del sueño, en la meditacion y en la oración buscamos acceder a ese cuerpo de luz.
Prana maya kosha, el cuerpo de energía, se manifiesta gracias al cuerpo físico por medio de sensaciones, señales intuitivas que nos posibilitan la experiencia de escucharnos a través del sentir. La respiración es la energía más sutil de todas las que vivenciamos en el cuerpo físico y nos permite hacer el puente entre éste y las otras capas más sutiles. Pero solo haciéndola a conciencia podemos liberar el prana de la mente egoica para acceder a nuestra verdadera naturaleza.

Entender esto nos pone a vibrar en conciencia de unidad. Nuestra visión de la polaridad es concepción de dos en unidad y en equilibrio. El Tao de Lao. Esta es la llamada conciencia crística porque solo se puede lograr con la fuerza del amor. La que cohesiona el todo. El cuarto chakra, el centro de nuestra estructura energética, la plataforma del corazón.

Sentir y hacer conciencia de ese sentir es la forma de vivenciar las incoherencias. De que salga la luz en medio de la oscuridad y encuentres el verdadero color de las cosas. Hay colores para todos y cada uno. Esa es la individualidad que se construye hoy en todo el planeta ya que estamos en el grado más alto de diversidad pero la conciencia de esto debería y tiene que llevarnos a un mundo de respeto a la diferencia del otro. Esto se logrará en el tiempo, porque depende de cada cual: cada ser-persona necesita re-conocerse; re descubrirse; reciclarse; rescatarse. Y no puede esperar a que el otro-llámese médico, cura, maestro, gobierno o estado- lo haga por él porque eso nunca ocurrirá mientras el otro no acepte tu diferencia pues aún no ha reconocido la suya.

Cuando te encuentras con seres que se aceptan y aprenden de sí mismos entonces la relación es de ser a ser, de igual a igual…In Lakesh…Es la hermandad que trascendería la lección de estar aquí.
Algo que solo se consigue cuando “practicas tu yoga”: mirando hacia dentro con el tercer ojo que es la visión de la unidad de la polaridad; trabajo interior con el observador que es la capacidad de reconocerte: para vivenciar tu verdad que es la conciencia sin tiempo del ser que somos.

Las herramientas para ello las tenemos encima: el cuerpo de energía del que estamos hechos. Laboratorio del alma. El mundo externo es su extensión, su tierra, para ser cuidada nos la dio el creador. Cuidándola aprendemos de ella. Algo que se hace al ritmo de conciencia de cada ser.

Asi enfocados, la guerra no existe. El conflicto no tiene motivación de extenderse a los otros. Pues el conflicto siempre estará en este mundo mientras exista la mente egoica. Y ésta solo se trasciende en la aceptación del otro tal como es y de mi tal como soy…Es un proceso donde se hacen elecciones cada vez más basadas en la conciencia y en la confianza de que atraemos lo que necesitamos para vivir. Cuando aceptas, te amas y cuando aceptas al otro, lo estás reconociendo hecho de la misma esencia. Solo puedes sentir amor. Y la compasión es lo que le sigue. Lo que nos reúne. Amor y compasión por ti, por el otro, por todo.

Este es el ejercicio para ser tu propio maestro que es lo que vienes a hacer a este plano. Volver a tu esencia divina es diluirte en la unidad de la conciencia que sostiene todo. Vivenciar tu verdadera naturaleza te da fortaleza, te nutre, te sana, te reconcilia con el sentido de vivir! Eres energía de la que está hecho todo lo que existe! Eres uno con todo! Eres la ola pero a la vez, eres el mar!

Esto es algo que la Humanidad por partes o por épocas tiende a olvidar!

Portal del Leon 2025

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