lunes, 7 de diciembre de 2020

DESPEDIDA DEL 2020


A medida que se acaba el año 2020, año que logró sacudir a toda la sociedad y obligó a la vida sobre el planeta a una recesión necesaria o manipulada, surgen reflexiones que pretenden evaluar lo que sucedió y podrá suceder en el futuro.

Sea que tenga un significado de cambio o de renovación para unos, sea que simplemente pase al olvido por seguir atrapados en lo normal de la vida antes de este año, quedan enseñanzas que todos hemos recibido a la hora de hacer evaluaciones.

Al principio de la llamada pandemia observamos con alegría la fauna del medio ambiente no domesticado desplegarse en espacios naturales y citadinos, descansó la naturaleza de nosotros aunque también hubo deforestación: seis millones de árboles talados en nuestra Amazonia colombiana! La distancia física, la cercanía virtual, los fallecimientos por covid o no-covid, la angustia, la ansiedad y el estrés, la depresión, el abuso de toda clase, la inestabilidad económica, todo esto ha sido experimentado por todos. La creatividad y la capacidad de adaptación (resiliencia, como dicen hoy en día) se hicieron evidentes porque en tiempo de crisis es cuando hacemos uso de capacidades no comunes pero latentes por estar la mente/cuerpo acomodada a su rutina previa, aún así se resista. Porque somos creados para hacer, sentir y pensar es natural alinearnos a la dimensión de vida que nos corresponde. Y en esta tercera que vamos transitando, ya en plan de abordar las siguientes cuarta y quinta, podemos despertar a la energía luminosa que emana de la fuente galáctica, el Hunab Ku de los Mayas: son códigos de luz configurados a la Era de Acuario, que para los humanos significa despertar a la luz interior, la del individuo. Esta misión que nos corresponde por vivir en estos tiempos, implica reconocernos y aceptarnos para retomar el poder centrado en nosotros mismos, vibrando al unísono con las demandas de la época.

Al ser humano actual se le señalan dos vías que, contrarias entre sí, están definiendo el curso de los acontecimientos de la mayoría de la sociedad. El tiempo de elección es ahora. Ya conocemos los desafíos del planeta como ecosistema en el que vivimos la mayoría con modelos de vida contradictorios, en conflicto y forcejeo constante: desigualdad social y económica, violencia en auge, crisis climática, para mencionar los fundamentales. Tenemos toda la información disponible porque esta era acerca mundos: la globalización como migración, comunicación digital, mercadeo e inversión multinacional, es una sola dinámica que determina a la mayoría de la población mundial. Por ende, hay una apertura y libertad posible para atraer los contenidos y experiencias que demandan los cambios de la época. Hace falta reconocer la falsa información, las conspiraciones, soltar miedos y prevenciones innecesarias, deconstruir programaciones, pero por el hecho de hacer conciencia del estilo de vida que requerimos para poder recuperar la armonía entre especies, vamos superando tabúes y creencias del mundo viejo y agonizante que no supo responder al equilibrio de ejes como la justicia y la igualdad.

Para muchos hoy hay caminos alternativos formando una red que se apoya en la complicidad y la solidaridad. Cada cual tiene su nivel de conciencia relativo a la realidad que le corresponde y eso es respetable. En esta comunidad hay personas avanzadas con poder jerárquico fuera del poder basado en sabiduría y comprensión, enseñanza y servicio, altruismo. Es una hermandad que urge empoderarse para despertar a los dormidos a quienes les falta el medio, la oportunidad, sentir el reto para abocarse a una misión de toda la humanidad en lo posible y conformar asi una masa crítica capaz de acompañar a la Madre Tierra-GAIA- con conciencia planetaria a una nueva dimensión donde reine la conciencia del amor.

Esa fuerza amorosa con la que fuimos creados como especie nos llama a despertar y trabajar por esta transición superando en nuestra propia vida individual lo que queremos ver reflejado en el mundo de afuera que no puede ser otro que el que deseamos para nosotros mismos.

Es el tiempo de crear el colectivo desde lo individual, donde el amor sea el que gobierne las relaciones, para así vivir conscientemente cada vez más.

En palabras de Emilio Carrillo,

“Mantén el corazón puro, despliega una vida sencilla*, no tengas miedo a las aflicciones; se paciente, no te irrites contra tu hermano, no insultes ni maldigas y reconcíliate con quien tenga una queja contra ti; actúa por la paz, actúa por la justicia y practica ambas cosas aún a costa de ser perseguido y calumniado.

Ante la baja vibración, eleva la tuya, ama a tus enemigos, ruega por tus perseguidores y desde la continua presencia de tu esencia, practica la ejemplaridad, la autenticidad y la impecabilidad siendo perfecto como es el Padre que está en el Cielo…

En medio del huracán aceleradamente creciente en el que vives, estáte en tu centro desde la citada presencia.  Y saca a cada instante lo mejor de ti mismo y ponlo al servicio de los demás.

Estás a la puerta de un mundo nuevo, de una nueva humanidad. En ella no se ha invitado a ninguna de las cosas que han constituido los pilares de lo que ya queda atrás: ni el poder, ni la riqueza, ni la competencia, ni el aferramiento a lo material, ni el desprecio a las otras formas de vida…nada de eso está invitado. Lo estás tú?”

*emiliocarrillobenito.blogspot.com

EL ARCHIPIELAGO DE SAN ANDRÉS, PROVIDENCIA Y SANTA CATALINA -Caribe Occidental

Después de 10 meses de experimentar los efectos de la pandemia, dos huracanes azotaron al archipiélago, fenómeno de tal magnitud que nadie recuerda haber vivido o escuchado.

Los efectos aún no se pueden medir estadísticamente porque los datos, si existen, no se conocen. En este pequeño territorio todo nos queda grande: la seguridad física, la alimentaria, el control ambiental, la salubridad, la educación, la organización. Todo aquello que es base de un bienestar general aquí solo se consigue al recrearse en la naturaleza o comerse un buen rondón o plato típico con ingredientes en su mayoría, de la huerta o finca.  De resto, la inversión se canaliza al mismo sector que da empleo y trae ingresos, al turismo. En esa contradicción, que genera la industria turística, usufructuando un espacio e imponiendo un modelo de vida, está el origen de las paradojas, desequilibrios, desarmonización entre la población y su medio ambiente.


El ideal del turismo hoy en día es el de admirar la naturaleza y procurar su mantenimiento más que su explotación, usarla y no abusarla como patrimonio del creador y de nuestros sabios ancestros. Pero en este archipiélago, el paraíso no debería ser solo para el que lo utiliza y lo disfruta sino para el que lo habita. Este debería poseer la autoridad de gobernar libremente su territorio con el conocimiento procurado por la educación y con el corazón que no tiene intereses fuera del bien común. La dificultad de lograr este ideal estriba en el dejarnos gobernar por el ego: ese juez que vive en la mente dividida entre el bien y el mal señalando hacia afuera porque no concibe que cada acto personal crea la realidad que vivimos cada uno. El problema es que ese acto está siendo determinado por fuerzas mayores como las que manipulan información y desorientan para sumir más y más a los individuos en su alienación.

Aquí cualquier idea nueva implica una construcción mayor.  No hay eco, hay dinero pero hay corrupción y eso lo hace extremadamente difícil. La sociedad está dividida entre isleños y residentes, entre pobres y semi ricos, entre comerciantes/hoteleros y los demás…La división partidista es una ilusión como la es la de los raizales y pañamanes que ondea en las mentes colonizadas. Los colonizadores hace tiempo que se olvidaron de la verdadera riqueza de este archipiélago que consiste en cuidar y querer la naturaleza sin igual de sus ecosistemas en este mar de 7 colores y la riqueza cultural de sus pobladores autóctonos. La antropología nunca existió en este territorio que se conformó históricamente con impulsos y dinámicas ajenas a cualquier planificación y orientación lo que ha despertado toda suerte de rivalidades y competencias por repartirse el botín como lo hacían los piratas del caribe.

Asi la mirada, frente al despojo de la naturaleza que nos dejó el huracán, sin techos ni medios de trabajo, pareciera que estamos frente a un llamado divino por la incapacidad del poblador de ponerse de acuerdo con sus hermanos en manejar razonablemente su hábitat a pesar de haber contado con una gran ventaja: la bella naturaleza que hoy, desarraigada, maltrecha pero transformada, está motivando a un nuevo orden que trascienda el pasado colonial y le apunte a la autonomía de sus habitantes unidos en un espacio territorial común y sostenible, que resuelva de manera integral las necesidades de sus gentes, con una organización socio-económica basada en la tradición de pesca y agricultura, en el uso ancestral de lo que ofrece la tierra para el alimento y la enfermedad, con un modelo de vida sencillo que resuelva desde lo elemental, sus necesidades básicas y donde la idea de progreso solo consista en vivir con lo necesario haciendo énfasis en un sistema de valores como los cristianos que ya hacen parte de su legado.

Este es el archipiélago que visualizo después de haber vivido 28 años en él y en el cual pude evidenciar cómo ha funcionado el mundo capitalista posmoderno o neoliberal impuesto por la nación colombiana en una comunidad que conserva cierta identidad cultural que ha ido perdiendo por la llegada de migrantes de la Colombia continental desde la instauración del modelo de Puerto Libre de los años 50 hasta nuestros días. Este acelerado proceso de cambio dio lugar a su empobrecimiento económico y cultural, convirtiéndose en su propio territorio en una minoría poblacional obligada por las circunstancias a una mezcla racial y cultural que ha forjado un nuevo ser humano: el que definirá en los tiempos por venir qué será de este archipiélago.

Entretanto, las donaciones en especie y en dinero se reparten desordenadamente, la codicia y el acaparamiento se visibiliza, las ilusiones y desilusiones se conjugan empantanando el alma, nublando la mente, en medio de la crisis de gobierno desencadenada previamente y que se volvió lugar común en este departamento. Rasgos de solidaridad desde muchos lugares del mundo se han desplegado, desinteresadamente como con intereses… mientras el isleño despierta a esta nueva realidad, yo sueño en la renovación que la Era de Acuario nos ofrece como ciclo cósmico generando nuevas oportunidades de recuperar el poder de auto determinarnos. 

Portal del Leon 2025

Mis últimos blogs tienen relación con éste, constituyéndose en un paradigma que, gracias a los elementos astrológicos, conforma una visión...