domingo, 14 de febrero de 2021

HACER O SER YOGA?

                                                                                         Templo de la Diosa, San Andrés Isla, Caribe Colombiano


El mundo es por tanto un Yoga en si mismo; las cosas están en el estado del Yoga aún ahora, y ellas van a estar en el estado del yoga siempre. Vamos tan sólo a tomar conciencia de esta verdad. Nos estamos despertando hacia esa presencia que ya está allí y no es que vayamos a manufacturar el yoga dentro de algún tiempo. No es que el yoga no esté aquí y ahora y vaya a presentarse después. No es un producto artificial para ser confeccionado con el esfuerzo humano. Yoga es una verdad eterna. El gran Absoluto central está perpetuamente allí; no ha sido diferente, no es diferente, y no será diferente en el futuro. Solamente tenemos que despertarnos del sueño y ver lo que está allí. Swami Krishnananda


En estos tiempos de pandemia, de “no hacer haciendo” como dice el camino taoísta, se habla de hacer Yoga refiriéndose a una práctica física con componentes que impactan el cuerpo emocional y eventualmente el mental tan necesaria hoy en día. Los estudios de Yoga nos invitan a hacer Yoga: aprender las posturas corporales, la respiración controlada, la relajación y la meditación, de muchos estilos, de muchas escuelas dando a entender que hay muchos yogas cuando solo hay un Yoga.

“Haga Yoga” le dice el médico a un paciente que cree que lo amerite y como el Yoga se percibe como una actividad física ya que nuestros sentidos determinan esa forma de ver, entonces dentro del formato de hacer ejercicio, se ofrece a la sociedad como una opción más de sanación. Aún falta entender que el Yoga es un método integral porque abarca los cuerpos emocionales, mentales y espirituales.

Una sociedad que se mantiene en el quehacer constante al vivir bajo el dominio de la competencia en condiciones de desigualdad está bastante enferma y requiere una medicina que el Yoga tiene la capacidad de ser, al retornarle a cada individuo su poder de autorregularse; en Yoga esto se conoce como conocerse a sí mismo lo que nos da autonomía por tener criterios para elegir conscientemente. De hecho, este factor de conocimiento y liberación que aporta el Yoga, es temido por las fuerzas egoicas de la política, asi es como se suprimió el budismo tibetano y el Falun Gong en China.

En la civilización védica originaria del Yoga se le conoce como medicina, en las ramas del Hatha Yoga y en Ayurveda. Grandes exponentes del efecto de la meditación como Swami Rama fueron evaluados por la ciencia occidental de los 70 como fenómenos en cuanto a la evidencia de las fluctuaciones de ondas cerebrales y de presión sanguínea, de regulación de la respiración, lo que dio el aval a la ciencia del Yoga para darse a conocer en el mundo occidental.

El Yoga ha sido un gran apoyo para miles de personas a través de la acción social. Este escenario se convierte en uno de crecimiento y aprendizaje entre el voluntario y el recipiente de los distintos programas para apoyar efectos traumáticos de todo tipo en la población, de apoyo psico y fisioterapéutico, de entretenimiento sano y formador, de resolución de conflictos entre individuos y estos con la sociedad o entidades jurídicas, hospitalarias, educativas y carcelarias para prevenir la vulneración de derechos y devolver el empoderamiento y la auto estima.

Swami Rama, al igual que otros maestros contemporáneos a él, no dejaron de trabajar para servir a su pueblo indio y a su tradición por que los gurúes suelen invertir energía en crear colegios o sanatorios para la población con donaciones como parte de su servicio humanitario.

Es la práctica de la espiritualidad en acción, es la práctica de la compasión.

Pero más allá, es compasión sencillamente, que fluye y se expresa en acciones porque convivimos en un mundo en crisis, de tercera dimensión de conciencia donde reina y reinará el ego hasta tanto la humanidad logre trascender a la cuarta y quinta dimensión. Si ese es el propósito de estar aquí y ahora, nos corresponde beber y dar de beber esta medicina.

En tanto nosotros, como aspirantes -sadhakas- del Yoga, hagamos el camino recto hacia la autorrealización, terminamos sirviendo como ha servido siempre el iniciado de las distintas naciones y tradiciones. Servir es enseñar los pasos a otros, es apoyar procesos de crecimiento interno, es brindar esperanza y amor despertando en ellos el amor y respeto hacia si mismos. Se conoce como karma yoga, servicio desinteresado aunque hoy en día tiene un ropaje comercial que corresponde al mundo que vivimos. En otros tiempos, grandes maestros como Buddha y Jesús por mencionar los más conocidos, dieron ese ejemplo.

El Yoga en la India se concibe desde el Sanatan Dharm, la filosofía basada en un mundo de seres iguales en su esencia divina y por ende con igual potencial para crear una sociedad justa y amorosa, honesta, virtuosa y respetuosa. Los yoguis en la India sirviendo a su sociedad sirven a Dios y así hacen bhakti yoga o yoga devocional, la máxima expresión de entrega y devoción.

Servir al Yoga es entender la conciencia de la unidad del cielo y la tierra presente siempre pero debido a la noción falsa de separación que construye el ego para diferenciarse y destacarse, nos queda difícil apreciarla; espiritualmente estamos dormidos, enganchados al mundo exterior bajo el control de las programaciones mentales y las mareas emocionales que nos mantienen desconectados de la realidad del yoga como totalidad, donde la existencia, si observamos con atención, es un reflejo de cualidades divinas con las cuales el creador se manifiesta en su creación.

Cuando realizamos nuestra práctica sobre la colchoneta con la guía de un maestro asi sea virtual y hacemos secuencia de posturas-asanas-, relajación y meditación, pranayama o control de la respiracion con atención y concentración para conectar el cuerpo y la mente y mantener la conciencia presente, decimos que estamos haciendo Yoga. Sin embargo, el Yoga es una vivencia de despertar, de develar en la colchoneta y fuera de ella, la luz de una verdad eterna por descubrirse en el misterio que tiene la vida dentro y fuera de nosotros.

El mundo objetivo nos da la oportunidad de conocer y explorar esta verdad y en eso yace su razón de ser.

Ser Yoga es reconectar con el ser que somos fuera de la dimensión del espacio-tiempo mientras que hacer Yoga implica un lugar y tiempo y un método adecuado para el gradual proceso de desarrollo de la “totalidad” de nuestra personalidad en la dirección de alcanzar la Totalidad del Ser*. Requiere además de una regularidad y una total devoción del alma por el ideal.

Servimos al Yoga porque lo experimentamos como ciencia y lo vivimos como filosofía y hacemos de él un estilo de vida y por tanto, somos yoga como ideal del Ser.

Ser Yoga podría ser convertirse en el mismo silencio durante la meditación, sostener una postura estable y cómodamente, equilibrando las fuerzas opuestas de tensión y relajación, respirar en presente o fundirse en la totalidad que percibimos en la contemplación de la naturaleza, en instantes de creatividad, en el servicio a los demás, sin resistencia, con entrega y confianza.

Fluir y dejar ser son atributos del que camina el sendero del Yoga. Superar apegos y miedos es un trabajo para pulir ese diamante en bruto que somos y purificarnos en el sufrimiento, aceptándolo y abrazándolo para transformarlo en profunda reverencia y gratitud a la vida reconociéndola en su belleza, plenitud y oquedad. Caminar es el proceso de llegar a ser que es en si el retorno a nuestra verdadera naturaleza y en ese sentido es volver a Ser.

Es en el ser abnegado, en el ser apasionado, en el que ama sin condiciones y acepta que no siempre puede serlo, donde nace la compasión, la cualidad que distingue nuestra dimensión humana/divina.

La compasión en acción se vive en relación al mundo y se practica en relación al si mismo porque debemos cuidar y restaurar el amor por nosotros mismos para así amar a los demás con libertad.

Vivimos en relación con otros y con nosotros mismos hasta donde nos sea necesario como proceso de aprendizaje, como medio de experiencia para conocer nuestra verdadera naturaleza de paz, de luz, de amor.

Y gracias a ser Yoga podemos inspirar como lo hace todo maestro a sus discípulos, todo padre/madre a sus hijos!


*Swami Krishnananda, Introducción a la Filosofia del Yoga

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Portal del Leon 2025

Mis últimos blogs tienen relación con éste, constituyéndose en un paradigma que, gracias a los elementos astrológicos, conforma una visión...