jueves, 17 de octubre de 2013

EL MAESTRO EN CASA



Recientemente tuve la oportunidad de tener el maestro en casa.

El maestro es el verdadero representante de la Luz en la Tierra. Llamamos maestro al personaje que en la escuela nos enseña no solamente conocimientos sino que nos prepara para la vida. De allí que cada padre o madre es un maestro en su familia y en su comunidad así como cada persona adulta ha de portarse como  un maestro en cualquier situación que la vida lo requiera ya que la persona adulta encarna  los valores y conocimientos básicos para ser ejemplo ante los que están preparándose a ser grandes!

El maestro en la antigüedad-y en comunidades tradicionales vigentes -era el encargado de transmitir una tradición para sustentar la vida de una comunidad. Su rol era fundamental en la supervivencia de la cultura de esa comunidad y la tradición que se pasaba de forma oral o escrita era honrada en actos ceremoniales que se repetían con el fin de garantizar la memoria  encargada de mantener vivas la conciencia de identidad y pertenencia  en el espíritu colectivo.

En la actualidad hay que distinguir entre profesores y maestros ya que los primeros son los transmisores profesionales de conocimientos parciales del inmenso archivo de información que posee la Humanidad. El maestro, por el contrario, no necesita poseer ese caudal de conocimientos sino tener los criterios que surgen de su grado de conciencia y que le posibilitan analizar, discernir y comparar la realidad para interpretarla, gracias al nivel de maestría obtenido en la experiencia de ser y estar en el mundo propio y de los otros con la apertura constante de mente y corazón.

El profesor está en el camino de ser maestro siempre y cuando su motivación sea el despertar la luz/conciencia/energía en los demás a través de su acción pedagógica. Y cuando hablamos de pedagogía nos referimos al arte de ser educadores pues en ese arte hay tanto un método conceptual como una inclinación al servicio de la luz, de la conciencia, del conocimiento. Y por ende, un grado de amor suficiente para entregar incondicionalmente su sabiduría.

El conocimiento (la verdad) os hará libres…frase clásica que nos recuerda que junto con el conocimiento logramos la libertad pues accedemos a la verdad. De allí que el verdadero maestro tiene la responsabilidad de ser fiel a la verdad, de actuar con la mente superior, conectado a su corazón. La materia de conocimiento tiene que ver con la vida misma y la búsqueda de esa verdad y la libertad que la acompaña. De esta manera la conciencia evoluciona y donde hay conciencia hay compromiso de actuar acorde a ella.

El maestro es un faro de luz que ilumina la oscuridad de los seres dormidos. Sus atributos personales pasan a un segundo plano, su ego o personalidad se ha ido disolviendo dando paso a su esencia o auténtico ser lo que le permite reconocer la esencia en los otros y verlos como iguales, chispas divinas de su mismo origen divino. Por eso es que el maestro no se muestra superior sino que es ya su Ser Superior quien gobierna y está siendo guiado por el conocimiento de seres aún más evolucionados. Esa es la jerarquía espiritual a la que nos conectamos cuando iniciamos conscientes el camino espiritual en busca de esa maestría.

Porque todos tenemos el deber de recordar esa esencia única y divina y honrarla. Todos tenemos el mismo potencial y la misma oportunidad. Los tiempos actuales nos recuerdan que la maestría interior es el siguiente paso del humano individual al humano divino y gracias a esa maestría, cada ser humano evoluciona hacia una nueva dimensión de conciencia, co-creando la Nueva Tierra.

Pero ente todo, debemos reconocer a nuestros maestros. Los que han sido nuestro faro de luz, los que nos han señalado el camino, nos han brindado las herramientas para sanar y evolucionar,  los que tienen la conexión a la Fuente de conocimiento de Luz y Verdad para avanzar en nuestro camino individual.

Yo tuve esa oportunidad hace poco, tener a una maestra de la Nueva Era en casa. La disfruté y la compartí! Y sentí que me conecté a su fuente, a su maestro y fui bendecida por ser un puerto de luz para mi propia evolución y la de otros.

Gracias Maestro Beinsa Douno, Maestra Ardella Nathanael por dejarnos una estela de luz divina en el mar de los siete colores!


Una estela que seguimos,  danzando la Pan Eu Ritmia!


2 comentarios:

  1. Gracias por compartir esa hermosa experiencia..tu casa ha sido un punto de reunión de muchos Maestros y discípulos....

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  2. Si Maestra Zully, como Ud y su grupo Escuela de Sueños,,,!

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