Recientemente tuve la oportunidad de tener el maestro en
casa.
El maestro es el verdadero representante de la Luz en la
Tierra. Llamamos maestro al personaje que en la escuela nos enseña no solamente
conocimientos sino que nos prepara para la vida. De allí que cada padre o madre
es un maestro en su familia y en su comunidad así como cada persona adulta ha
de portarse como un maestro en cualquier
situación que la vida lo requiera ya que la persona adulta encarna los valores y conocimientos básicos para ser
ejemplo ante los que están preparándose a ser grandes!
El maestro en la antigüedad-y en comunidades tradicionales
vigentes -era el encargado de transmitir una tradición para sustentar la vida
de una comunidad. Su rol era fundamental en la supervivencia de la cultura de
esa comunidad y la tradición que se pasaba de forma oral o escrita era honrada
en actos ceremoniales que se repetían con el fin de garantizar la memoria encargada de mantener vivas la conciencia de
identidad y pertenencia en el espíritu
colectivo.
En la actualidad hay que distinguir entre profesores y
maestros ya que los primeros son los transmisores profesionales de
conocimientos parciales del inmenso archivo de información que posee la
Humanidad. El maestro, por el contrario, no necesita poseer ese
caudal de conocimientos sino tener los criterios que surgen de su grado de
conciencia y que le posibilitan analizar, discernir y comparar la realidad para
interpretarla, gracias al nivel de maestría obtenido en la experiencia de ser y
estar en el mundo propio y de los otros con la apertura constante de mente y
corazón.
El profesor está en el camino de ser maestro siempre y
cuando su motivación sea el despertar la luz/conciencia/energía en los demás a
través de su acción pedagógica. Y cuando hablamos de pedagogía nos referimos al
arte de ser educadores pues en ese arte hay tanto un método conceptual como una
inclinación al servicio de la luz, de la conciencia, del conocimiento. Y por
ende, un grado de amor suficiente para entregar incondicionalmente su
sabiduría.
El conocimiento (la verdad) os hará libres…frase clásica que
nos recuerda que junto con el conocimiento logramos la libertad pues accedemos
a la verdad. De allí que el verdadero maestro tiene la responsabilidad de ser
fiel a la verdad, de actuar con la mente superior, conectado a su corazón. La
materia de conocimiento tiene que ver con la vida misma y la búsqueda de esa
verdad y la libertad que la acompaña. De esta manera la conciencia evoluciona y
donde hay conciencia hay compromiso de actuar acorde a ella.
El maestro es un faro de luz que ilumina la oscuridad de los
seres dormidos. Sus atributos personales pasan a un segundo plano, su ego o
personalidad se ha ido disolviendo dando paso a su esencia o auténtico ser lo
que le permite reconocer la esencia en los otros y verlos como iguales, chispas
divinas de su mismo origen divino. Por eso es que el maestro no se muestra
superior sino que es ya su Ser Superior quien gobierna y está siendo guiado por
el conocimiento de seres aún más evolucionados. Esa es la jerarquía espiritual
a la que nos conectamos cuando iniciamos conscientes el camino espiritual en
busca de esa maestría.
Porque todos tenemos el deber de recordar esa esencia única
y divina y honrarla. Todos tenemos el mismo potencial y la misma oportunidad. Los
tiempos actuales nos recuerdan que la maestría interior es el siguiente paso
del humano individual al humano divino y gracias a esa maestría, cada ser
humano evoluciona hacia una nueva dimensión de conciencia, co-creando la Nueva
Tierra.
Pero ente todo, debemos reconocer a nuestros maestros. Los
que han sido nuestro faro de luz, los que nos han señalado el camino, nos han
brindado las herramientas para sanar y evolucionar, los que tienen la conexión a la Fuente de
conocimiento de Luz y Verdad para avanzar en nuestro camino individual.
Yo tuve esa oportunidad hace poco, tener a una maestra de la
Nueva Era en casa. La disfruté y la compartí! Y sentí que me conecté a su
fuente, a su maestro y fui bendecida por ser un puerto de luz para mi propia
evolución y la de otros.
Gracias Maestro Beinsa Douno, Maestra Ardella Nathanael por
dejarnos una estela de luz divina en el mar de los siete colores!
Una estela que seguimos, danzando la Pan Eu Ritmia!
Gracias por compartir esa hermosa experiencia..tu casa ha sido un punto de reunión de muchos Maestros y discípulos....
ResponderBorrarSi Maestra Zully, como Ud y su grupo Escuela de Sueños,,,!
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