jueves, 8 de mayo de 2014

Religión y Espiritualidad en la Nueva Era*



Suele pasar hoy en día, que se confunde la espiritualidad, o sea, el ejercicio de caminar por la vida espiritualmente, con las versiones religiosas de ese caminar.

Las razones que llevan a esta confusión son sencillas : el ser humano está inscrito en un tiempo que se inclina, a causa de eventos cíclicos del Universo local, a una búsqueda espiritual como reacción a la materialización de la existencia de siglos anteriores que ha implicado enfocarse en el afuera más que a la vida interior. De alli que hayan aparecido tantas iglesias o templos de oración inspiradas en las religiones mayores y que sigan existiendo conflictos religiosos entre pueblos del mundo.

Pero la espiritualidad no es sólo un término  general y amplio que puede inscribir todos estos fenómenos culturales, sino que se diferencia de lo religioso por otra sencilla razón: la espiritualidad es ciencia, la religión no. Y como ciencia existió antes que la religión y  ha coexistido en la vida del ser humano durante toda su vida sobre la Tierra.

La espiritualidad de hoy es tan antigua y a la vez, tan contemporánea porque se basa en el hecho de la existencia -como experiencia de percepción- del  humano en las diferentes esferas de su ser y la manifestación de éstas en su realidad como persona.

La expresión de lo espiritual

Lo espiritual se opone a lo material por una aparente diferencia. Enfocándonos en el concepto de la luz como energía podemos establecer estas diferencias.

El sol irradia una energía que al entrar a nuestra atmósfera planetaria se convierte en eso que llamamos luz. Todos los seres vivos, incluyendo el planeta mismo, poseen un campo electromagnético que es, a la vez,  bio-energético y que se carga con esa luz solar. Los hindúes le llaman prana a esa energía pues reconocen en ella una fuerza vital. De este concepto de la luz como energía procede la analogía con la luz del espíritu.

La luz como energía espiritual es la base para comprender la existencia de una esfera a la que nos referimos como espiritual para diferenciarla de la física. En esa esfera hay grados de sutileza, es decir , si lo físico es denso (material) , lo espiritual es menos denso. El primer nivel en el que se expresa esa esfera espiritual es en el mundo de las emociones o mundo astral que constituye otro cuerpo diferente al físico y la otra expresión es el mundo de la mente, sede de los pensamientos. Al avanzar en estos grados de sutileza, encontramos una dimensión más alta que se proyecta más allá de nuestra aura o campo de energía personal y que conecta con niveles de manifestación menos fáciles de acceder y reconocer, pero igualmente reales como lo físico. Pues realmente lo físico es la manera como se expresa lo espiritual en esta dimensión de existencia, la llamada tercera dimensión. 

Para acceder a la fuente que manifiesta esta tercera dimensión y las anteriores, segunda (mundo de los elementos) y primera (núcleo de la Tierra), visualicemos un eje que conecta todas estas dimensiones y nos da el carácter de seres multidimensionales. Este conocimiento es reconocido hoy en día porque hemos alcanzado a entender nuestro ser como unidad integral manifiesta de lo físico, emocional y mental y esa conciencia nos lleva a reconocer a los demás como iguales y a entender que estamos conectados con otras dimensiones al ser nosotros mismos en otra dimensión, aportándonos esa conciencia de unidad que reverenciamos hoy y nos hace seres más nobles y amorosos, compasivos y respetuosos.

Dimensiones hay muchas pero lo fundamental es el origen de esos gradientes de luz espiritual. A esa fuente de energía la llaman los nativos americanos Gran Espíritu. Para los hindúes es Brahma que es la parte creadora siendo Vishnu la que mantiene esa vibración y Shiva que la transforma en ciclos de destrucción y reorganización. Los occidentales la llaman Dios. Y asi, cada cultura ha desarrollado esa conexión a ese mundo sobrenatural que nos sostiene y nos determina y ha fundado sistemas de creencias con complejidades propias y actividades ritualísticas para acentuar y recordar ese origen.

A esos sistemas se les conoce como religión, de la palabra latina, re-ligar. Pero aunque las religiones sean instituciones creadas por el hombre en su clara noción de procedencia espiritual, no son reconocidas como ciencia y muchas veces se oponen entre si. Esto ha ocurrido porque las religiones se fundamentan en ideologías que suelen afirmarse con coerción, llámese adoctrinación, y que parten generalmente de asunciones como la de juzgar a los que no pertenecen a estas instituciones como salvajes e infieles (en otros tiempos), ateos, no-creyentes, etc.

Sin embargo, la espiritualidad es científica porque se puede experimentar. No asi la religión, que al incluir creencias en ideas absolutas, se inscribe en el juicio y desemboca en el paradigma de premio y castigo, de malo y bueno. Los antiguos sistemas espirituales procedentes de Oriente como el Yoga, las escuelas esotéricas que nacieron en Occidente, las tradiciones shamánicas de varios lugares del mundo, se han basado en la experimentación de un legado sobrenatural y los modernos sistemas espirituales han bebido de alli actualizando sus conocimientos y teorías.  Por un lado, con experiencias de seres iluminados que han existido en todo tiempo y lugar sobre la Tierra y han definido leyes espirituales que gobiernan el devenir del humano y que cualquier ser humano puede experimentar. Igualmente, la ciencia moderna ha ido corroborando muchas de estas nociones como la fìsica cuántica  que ha explicado fenómenos de la espiritualidad que no se comprendían.

Poner en práctica esta espiritualidad
se hace a través de un movimiento de conciencia lo que acarrea un sistema o estilo de vida que tiene que ver con ciertas elecciones que se oponen a prácticas convencionales. Por ello, vamos a encontrar personas que suelen ser críticas al establishment o al status quo de nuestra sociedad occidental actual, en la vía espiritual; personas ávidas de conocerse y entenderse a sí mismas respondiendo al impulso de los ciclos de la galaxia, del sistema solar y de nuestro planeta Tierra a que las almas se acerquen a un reconocimiento de su verdadera misión aquí en esta dimensión. Las tendencias verdes son un claro ejemplo de la conciencia planetaria de unidad y de respeto a las formas de vida con las que coexistimos. La búsqueda de un sistema de salud que reconozca al ser humano como un ser integral en lo físico, emocional y mental facilita que cada cual sea responsable de su propia salud y se haga actor y partícipe  recuperando así su poder de elegir.
     
     Actualmente muchas tradiciones espirituales han salido a la luz brindando una fuente de inspiración para las personas en esta búsqueda espiritual. El chamanismo ha tomado vigencia por ser una práctica de conexión a la Naturaleza como lo es la medicina naturista que ha sido siempre popular y eficiente. Los eventos cósmicos hoy en día llaman más la atención porque reconocemos la conexión que existe entre las diferentes energías que nos conforman y su manifestación en nuestras vidas, de alli que la Astrología haya empezado a tener mayor reconocimiento (sea griega, china, maya, etc).

    
     Tanto conocimiento hoy en día facilitado por el internet pone de hecho el mundo global al que asistimos que nos permite relacionarnos y entender nuestras diferencias y vicisitudes como una sola humanidad supeditada a un mismo destino : el de resolver todo aquello que nos separa y nos lleva a la violencia y a la destrucción por lo que nos une : la esencia espiritual cuyo suítche o botón es el ejercicio del Amor, ya que así accedemos a la comprensión y aceptación que nos conducen a una conciencia más vasta y sublime. El ser humano de hoy tiene esa meta como su mayor desafío!

      Las religiones mayores han emprendido la labor de impartir sus creencias basadas en el legado de seres como Buda, Jesús Cristo o Mahoma, profetas de la antigüedad, seres que transitaron por este mundo y que fueron verdaderos maestros. Sin embargo, su legado se convirtió en un instrumento de adoctrinación para el cual solo existe la fe para aceptar sus mandamientos. La espiritualidad del mensaje se institucionalizó y los seres humanos asumieron ser los representantes de su dios en la Tierra. Dios que cada religión atribuyó como único y verdadero.

Asi como las culturas fueron en su momento politeístas y luego monoteístas, asi también hoy en día estamos convergiendo a la idea de un mismo creador para esta humanidad, pues se está reconociendo que el dios es el mismo en cada religión aludiendo a que provenimos de una sola fuente creadora. Esto de por si es ya un signo de una conciencia más elevada que unifica y no separa como suele pasar con la religión tradicional.

La espiritualidad moderna le da la espalda a la religión cuando asume el cuerpo del hombre como un laboratorio donde se estudian sus elementos constitutivos, sus esferas de energía y la expresión de éstas, sus relaciones con su entorno natural y social. No prohibe. No esconde, no sustrae, no evade. Es la mirada científica de los filosofía occidental  que hoy en día permite unificar la ciencia física y química con la visión cosmogónica y espiritual terminando con una dicotomía existente por centurias.


La experiencia espiritual la puede tener por igual un creyente como un no creyente. Consiste en vivenciar su espiritualidad como una experiencia personal -subjetiva- que puede compartirse colectivamente para potencializar la fuerza de lo espiritual. Esta fuerza puede ser autora de lo que llamamos milagros que es simplemente el accionar una conexión existente en pro de un objetivo de bienestar , abundancia, felicidad y paz. Es una experiencia que implica una actividad emocional y mental consecuente entre si. Hoy en día encontramos en el camino espiritual de muchos, aún asi estén inscritos bajo denominaciones religiosas, que la experiencia es la que aporta el elemento de veracidad más que cualquier idea o creencia.

El camino espiritual es individual pues cada uno lo vive de acuerdo a sus condicionamientos. Consiste en ir eliminando conceptos y creencias de separatividad para encontrar la unidad con el todo. Y eso implica aceptarse y aceptar a otros, tolerar, respetar y amar incondicional y compasivamente. Esta es la religión de una nueva era de luz que debe ser impartida desde la práctica misma del ser, su familia, su comunidad  y su entorno.

Domingo de Pascua, 2014

*Nueva Era es el ciclo de la Tierra por el signo de Acuario, era del despertar espiritual regido por Urano, planeta que fomenta cambios revolucionarios, humanitarismo, conciencia global y apertura  del conocimiento velado por siglos para el ensanchamiento y evolución del ser humano de manera integral,.


1 comentario:

  1. Leo espiritualidad como un Todo, agradezco esta lectura. He aprendido que lo único que existe es Vida y nuestra misión es protegerla. Sin separaciones. Y para ello un retorno a la Madre Tierra, como decía Lao Tse, a una vida elemental y sencilla, nos mostraría el verdadero camino. Explorar la humildad, la sencillez y huir lejos del baile de ilusiones que crea el dinero. Hay mucha gente que sufre carencia y si todos estuviéramos unidos en torno a la bondad y compasión aceptando que somos todos Uno y la Vida sagrada, aprenderíamos a valorar cada cuerpo, hasta de los animales, hasta de los arboles y volveríamos a ser los sagrados hijos de Dios

    ResponderBorrar

Portal del Leon 2025

Mis últimos blogs tienen relación con éste, constituyéndose en un paradigma que, gracias a los elementos astrológicos, conforma una visión...